Un eclipse trae dificultades pero también una gran oportunidad de redención
- elfuegosecreto

- 19 sept
- 4 Min. de lectura
Eclipse parcial de Sol: Luna nueva en Virgo (uttara phalgunī nakṣatra)
Fecha: 21 de septiembre del 2025
Empieza: 14:29 hs
Máximo: 16:41 hs
Fin: 18:53 hs
(Hora local Argentina)
Un eclipse de Sol sucede cuando la Luna, dada su trayectoria, pasa exactamente por el centro del Sol, por lo tanto lo oculta. Estos eclipses son los más impresionantes porque básicamente se pone todo de noche, es decir, en plena claridad del día nos quedamos sin luz. Se irrumpe la llegada de la energía del Sol a la Tierra, y Rahu y Ketu (los nodos de la Luna que producen los eclipses) toman la regencia de la Tierra. Sabemos que el Sol se expresa y eso llega a todo el Sistema Solar, cuando esa energía no llega inevitablemente produce un cambio, un cambio de orden.
Este eclipse tiene una particularidad, Ketu (quien produce el eclipse, como acabamos de decir) estará junto a Venus en el signo de Leo, pero el Sol, la Luna y Mercurio estarán en el signo de Virgo. Por lo tanto, aquí el eclipse estará afectando a dos signos zodiacales. Por otro lado Saturno se encuentra en Piscis, con lo cual estará al frente del eclipse, y esto significa que se manifestará un gran obstáculo en nuestro camino. Algo que queríamos hacer, que planeábamos, ahora se detendrá o retrasará. Esto puede ser un poco desconcertante, porque Ketu estará detrás del Sol y la Luna en un signo completamente diferente. Venus junto a Ketu en Leo manifestará dificultades en las relaciones, será difícil cooperar con otras personas, es una realidad un poco difícil. Podemos sentirnos desconectados, separados, o sentir que los demás no están siendo abiertos, entonces habrá desconfianza en cualquier situación y no podremos encontrar esa plenitud tan anhelada.
Esta Luna nueva en Virgo, la cual se encuentra gobernada por Mercurio, podrá traernos una menor capacidad para discernir, esto se deberá a que la mente estará nublada a la hora de razonar y podremos tomar decisiones equivocadas. Mercurio, aunque se encuentra en su propio signo, estará en combustión, es decir, quemado por los rayos del Sol. Debemos recordar que el fuego tiene una doble naturaleza: una quema (el factor que genera dolor), pero la otra está dando bendiciones. Sin dudas, un eclipse trae dificultades y dolor, pero también nos dará una gran oportunidad de redención. Como Mercurio (el planeta del aprendizaje y la inteligencia) está eclipsado y en combustión, habrá frustración, impaciencia y dificultades para escuchar a los demás. La confianza en uno mismo probablemente estará dañada, y esto se deberá a la falta de confianza en el yo interior, por eso nos agitaremos fácilmente. Entonces, habrá predisposición a ponernos a la defensiva y esto dañará nuestras experiencias. Pero, por otro lado, habrá agudeza en el habla. Podremos ser ingeniosos pero debemos de tener sumo cuidado porque las palabras serán como una flecha. Lo que diremos realmente podrá hacer daño y podremos no ser conscientes de esto. La energía del eclipse se apoderará de la mente, debemos seguir el dharma, la rectitud, y así encontrar el camino de acción adecuada. Habrá una gran intuición si sabemos escuchar nuestra voz interior.
Este eclipse se dará dentro de la constelación de Uttara Phalgunī. Su símbolo, una cama, enfatiza la capacidad de sanar a los demás. Esta es una posición que trae un campo fértil para ayudar a aliviar el sufrimiento de la humanidad y a las personas en necesidad. Su poder radica en dar prosperidad a través de las relaciones íntimas y la unión. Aryaman, su deidad asociada, rige los contratos matrimoniales. Śiva y Śaktī se casaron bajo esta constelación. Es así que el compromiso y la unidad en las relaciones se enfatiza aquí. El desafío que nos trae Uttara Phlagunī será una profunda sensación de soledad si no se está involucrado en una relación significativa.
Los momentos de eclipse son momentos de revelación, por lo tanto no nos traerá más que la verdad. Cuando uno se ilusiona tiene dos trabajos, ilusionarse y desilusionarse. Creamos en base a lo que creemos. Nuestras creencias son las que moldean nuestra realidad. La vida está llena de sentido. Cada encuentro nos es relevante. Todo lo que nos sucede es un lenguaje, nos está hablando. Cuando usamos la astrología, estamos transformando esa realidad en relato. Cada vez que hablamos de un planeta, de un momento astrológico, estamos hablando de un comportamiento humano. El nivel de renuncia hacia el apego, hacia la ignorancia de uno mismo, es directamente proporcional al nivel de discernimiento. Mercurio es nuestra capacidad de discernir. El pensamiento produce siempre una conducta. Como dice el Śrīmad Bhāvagatam: “La cabeza es un peso para la garganta si la misma no se inclina a los pies del Señor”.
Que esta lunación nos oriente hacia un nuevo camino. No estamos aquí solo para nuestro propio bien, sino para el bien de los demás. Este sentido de dar a la sociedad y de servir desinteresadamente es, en última instancia, lo que este eclipse está tratando de enseñarnos.
Om Namaḥ Śivāya
Sugerencias:
Preparación previa:
Ayuno el día del eclipse (no necesariamente ayuno completo).
Hacer repetición del mantra Mahāmṛtyuñjaya en las horas previas al eclipse.
Si se tiene altar, se debe cubrir al menos 3 horas previas al eclipse y 3 horas posteriores al eclipse.
Bañarse antes y después del eclipse.
Durante el eclipse:
Reconocer la presencia de Rahu y Ketu, quienes toman el control del cosmos, recitando:
11 vueltas de japa: om dum̐ durgāyai namaḥ (Rahu)
11 vueltas de japa: om gaṃ gaṇapataye namaḥ (Ketu)
(Se puede hacer práctica meditativa solicitando protección y asistencia)
Después del eclipse:
Practicar prāṇāyāma
Recitar śrī-rudram
Tres horas después del eclipse darse un baño de agua fría.





Comentarios